Ay Dios mío! Ustedes no van a creer qué fue lo que hizo el padre, ese que ustedes vieron llorando, justo antes de que se robaran la niña.

Santiago. Luego de más de 24 horas de agonía y rencor, Nangelis Martínez, madre de la niña recién nacida robada de la maternidad Renée Klang del Hospital Presidente Estrella Ureña, volvió a sonreír luego de que las autoridades se la entregaran a la niña.
Cuando Martínez tomó en brazos a la niña recién nacida, que solo llevaba tres días con vida, dijo: “Me descuidé en un momento, pero nunca pensé que esto iba a pasar. "Yo estaba desesperada", dijo.
Miguel Ortega, director del hospital, promete que en cuanto la madre denunció el robo, la seguridad del hospital Estrella Ureña respondió de inmediato. Aseguró que no hay riesgo de robo de niños en el hospital y afirmó que la culpa fue del descuido de la progenitora.
Aclaró, sin embargo, que no responsabiliza a la madre del hecho y que todo lo que hizo fue en respuesta a que el padre de la niña, quien ayer sollozaba, se negó a declarar sobre la niña.
Cuando la madre descubrió que el padre no quería declarar a la niña, su juicio se volvió confuso y le pidió a un extraño que vigilara a la niña para poder ir ella misma a declarar al bebé. Fue en ese momento cuando se llevaron a la niña.
Mientras tanto, el padre de la niña, Adriano López, agradeció el esfuerzo de las fuerzas del orden para localizar a los secuestradores y recuperar a la niña.
A pesar de haber soportado horas de rencor y agonía y de no poder dormir a consecuencia del robo de mi hija, López afirmó que "Dios era el responsable de la recuperación de mi hija".

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