Su carrera en las Grandes Ligas comenzó con los Boston Red Sox, donde firmó un contrato por 1.5 millones de dólares, lo que equivalía a aproximadamente 70 millones de pesos en ese momento. Durante unos cinco años, se desempeñó como lanzador.
Sin embargo, los problemas comenzaron cuando se mudó a los Estados Unidos para jugar en las Grandes Ligas, influenciado principalmente por malas compañías en la República Dominicana. Durante sus visitas a su país de origen, se vio atrapado en una espiral de malas decisiones, incluyendo reuniones sociales, salidas nocturnas y relaciones con mujeres. Estas acciones lo llevaron a enfrentar problemas legales con la Fiscalía.
En la entrevista, Christopher reconoce que las malas decisiones, en particular sus relaciones con mujeres y su entorno social, afectaron gravemente su carrera. Sin embargo, menciona que lo único que lo detiene de una vida en la calle son sus hijos.
La historia de Christopher sirve como testimonio y ejemplo de cómo nuestras decisiones pueden tener un impacto duradero en nuestro futuro. A pesar de sus errores, está decidido a redimirse, superarse y encontrar un mejor camino en la vida.
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